viernes, 11 de abril de 2014

La Crisis del Crucero Baltimore



La crisis del USS Baltimore fue un incidente diplomático que tuvo lugar entre Chile y Estados Unidos, después de la Guerra Civil de 1891, como resultado de la creciente influencia norteamericana en la región de la costa del Pacífico de América Latina en la década de 1890. Fue provocado por el apuñalamiento de dos marineros de la Armada de Estados Unidos del USS Baltimore en Valparaíso.

Estados Unidos, que había apoyado al depuesto José Manuel Balmaceda, amenazó a Chile con la guerra si el nuevo gobierno chileno no obedecía un ultimátum y aceptaba las condiciones impuestas contrarias a lo que los tribunales de justicia chilenos habían determinado. El canciller argentino, Estanislao Zeballos, ofreció ayuda material y moral al gobierno de los Estados Unidos para invadir Chile.


HISTORIA

En 1884 Chile emergió de la guerra del Pacífico como una potencial amenaza a la hegemonía de los Estados Unidos. La Armada de Chile, entonces la mayor flota en el Pacífico, fue capaz de hacer frente a la política estadounidense. En 1882 Chile rechazó la mediación de Estados Unidos en la guerra del Pacífico. En 1885, como la Marina de guerra de Estados Unidos ocupó Colón, entonces parte de Colombia, el gobierno chileno ordenó a la Armada ocupar la ciudad de Panamá y no dejarla hasta después de que las fuerzas americanas abandonaran Colón. Finalmente en 1888 Chile anexó la isla de Pascua, con lo cual se incorporo a las Naciones imperiales.

Alfred Thayer Mahan
Pero 1891 había cambiado la ecuación. Los Estados Unidos poseían más potencia naval y, más significativamente, las teorías del Oficial Naval y estratega Alfred Thayer Mahan (*), fueron la base para la creciente influencia de los Estados Unidos en América Latina.

Durante la Guerra Civil en Chile, el gobierno estadounidense apoyó a las fuerzas del Presidente José Manuel Balmaceda y aplicó una prohibición de exportación para los insurgentes que fue apoyada parcialmente por el Reino Unido. Estas y otras circunstancias perturbaron las relaciones entre Estados Unidos y los antiguos insurgentes victoriosos, quienes en 1891 derrotaron a las fuerzas presidenciales y tomaron el poder en Chile.

Justo antes del final de la Guerra Civil chilena, Estados Unidos envió un grupo de naves incluyendo al USS Charleston para forzar al buque carguero “Itata”, que había embarcado ilegalmente armamento en San Diego, volver a ese puerto.

Durante la guerra la compañía americana propietaria del cable submarino para América del sur, por orden de la administración de Balmaceda, restauro el servicio telegráfico submarino entre Santiago y Lima y corto la conexión del cable con la sede de los insurgentes en Iquique.


Por otra parte, el Ministro de Estados Unidos en Santiago dio asilo diplomático a varios líderes insurgentes durante la guerra y a los partidarios de Balmaceda después de la guerra.
Los insurgentes victoriosos exhortaron al ministro americano en Santiago, Patrick Egan, a entregar a los refugiados a las autoridades pero fue rechazada.

Desde el punto de vista de los insurgentes, los Estados Unidos había intentado impedirles comprar armas, negó el acceso de los rebeldes al tráfico internacional de telégrafo, espiaba a las tropas insurgentes y se negó a entregar a los criminales de guerra.



EL INCIDENTE

El USS Baltimore de la Armada de los Estados Unidos era un crucero tipo C-3, tenía un desplazamiento de 4.484 toneladas, con una eslora de 102 metros.  Su tripulación se componía de 36 oficiales y 350 marineros. Había sido lanzado al mar en Octubre de 1888.


El día 7 de Abril de 1891, el USS Baltimore, al mando de su comandante Winfield Scout Schley fondeó en el puerto de Valparaíso con el fin de brindar seguridad a los ciudadanos norteamericanos que residían en Chile, país que se encontraba en una lucha interna entre partidarios del presidente Balmaceda y los congresistas. Los Estados Unidos apoyaban la causa del presidente Balmaceda, mientras que Gran Bretaña se había inclinado por la causa de los congresistas.

José Manuel Balmaceda
El gobierno norteamericano respondió a una solicitud del gobierno de Balmaceda en Mayo de 1891, de apresar y retener al vapor “Itata” que había embarcado armas para las fuerzas contrarias al régimen de Balmaceda.


Al finalizar la revolución, el presidente de los Estados Unidos, Benjamín Harrison reconoció el nuevo gobierno y liberó al vapor apresado en el puerto de San Diego, California. Sin embargo, las fricciones recién comenzaban a desarrollarse dado que, el nuevo gobierno chileno había ordenado rodear y espiar a la embajada de U.S.A. en Santiago, con el fin de impedir la fuga de asilados políticos balmacedistas, hostilizando a los funcionarios de dicha representación diplomática.

Cdte. USS Baltimore, Winfield Scout Schley
El 16 de Octubre del año 1891, el comandante Schley autorizó el desembarco de ciento diecisiete tripulantes del crucero norteamericano, con el fin de que recorrieran la ciudad y se divirtieran en la misma. Algunos de ellos se dirigieron al bar “True Love” ubicado a los pies del cerro El Arrayán, al Oriente de la actual subida Carampangue. Hacia las seis de la tarde se inició una gresca entre un civil chileno y dos tripulantes del crucero visitante. Estos dos tripulantes, al dejar herido al chileno, tomaron un carro con el fin de huir de la escena de la lucha y así evitar la acción policial y judicial; sin embargo, ambos fueron alcanzados por un grupo de boteros y obreros que salieron desde las viviendas cercanas, quienes bajaron a la fuerza a los dos marineros y uno de ellos, el contramaestre Charles W. Riggin cayó herido. Llegó la policía del puerto y cuando trasladaban al lesionado para recibir auxilio, éste recibió un disparo en el cuello causándole la muerte. La gresca se generalizó y se detuvo a todos los marineros norteamericanos y civiles que se encontraban en la vía pública. Cinco marineros resultaron gravemente heridos, otros tantos contusos y dos muertos: el contramaestre Riggin y el armero J.J. Johnson.

La noticia provocó una delicada situación que casi culminó en una guerra entre Chile y los Estados Unidos de Norte América, con el apoyo de Argentina en contra de Chile.

Embajador Patrick Egan
El embajador norteamericano en Chile, Patrick Egan, envió una carta de protesta al Ministro de Relaciones Exteriores chileno, don Manuel Antonio Matta Goyenechea, en términos de que la actitud mostrada contra los tripulantes del USS Baltimore constituía una expresión de enemistad de Chile contra el gobierno de los EE.UU. El Secretario de Marina de los EE.UU., Benjamín F. Tracy aprovechó esta situación para justificar una pronta hostilización bélica a los puertos del Norte y centro de Chile, con el apoyo táctico del gobierno de la República Argentina, que ofreció su territorio para el tránsito de fuerzas militares norteamericanas con el propósito de invadir Chile.

El 9 de Diciembre de 1891, el presidente Harrison informó al Congreso norteamericano respecto de los sucesos ocurridos en el puerto de Valparaíso durante el mes de Octubre, en los términos de que se trataba de una actitud sangrienta contra marinos uniformados de su país y que las explicaciones del ministro Matta no le parecían adecuadas y que, por el contrario, estaban redactadas en tono ofensivo. El mensaje del presidente Harrison fue oficialmente objetado y replicado por el Ministro Plenipotenciario chileno en Washington, don Pedro Montt.

Después de las elecciones presidenciales del 18 de Octubre de 1891, asumió la presidencia de Chile don Jorge Montt Álvarez.

Presidente Jorge Montt Álvarez
El presidente Montt nombró en la cartera de Relaciones Exteriores a don Luis Pereira que recibió un ultimátum del presidente Harrison, quien previamente había citado a su Secretario de Marina, Tracy, para conferenciar una posible invasión a Chile. Todo el carbón disponible en las costas norteamericanas del océano Pacífico fue comprado por el gobierno de U.S.A. y enviado al puerto de Montevideo. El gobierno norteamericano adquirió cuatro transportes y arrendó un vapor para acondicionarlo como buque maestranza.

La primera orden de Tracy sería la de concentrar la flota norteamericana que forzaría a la Armada chilena a buscar refugio en el puerto de Valparaíso y así poder apoderarse de toda la costa norte y central de Chile.



EL ULTIMÁTUM

El 23 de enero de 1892 el ministro de relaciones exteriores de Chile recibió de manos de Patrick Egan un Ultimátum redactado por el Secretario de Estado Blaine el 21 de enero en el que le comunicaba que su presidente tras la lectura de la investigación de la justicia chilena sobre el incidente del "USS Baltimore" no había podido cambiar su opinión sobre el asunto: que el ataque era contra los Estados Unidos, que fue premeditado y que Chile había sido culpable de no proteger la vida y la integridad de los marineros y que en caso de que Chile no se retractase pronta y satisfactoriamente los EE.UU. romperían relaciones diplomáticas con Chile. Dos días después el presidente Harrison envió un discurso de 14 páginas al Congreso acusando la animosidad chilena contra la Unión americana y que aún no había contestado el ultimátum del 21 de enero. Los preparativos bélicos del gobierno norteamericano de Benjamín Harrison comenzaron. El padre del "poder naval" en persona -Alfredo Mahan - habría sido convocado a Washington para consultas.


Presidente de EE.UU. Benjamín Harrison
Secretario de Estados James Blaine

El presidente Montt se reunió con su gabinete y respondió el ultimátum de Harrison con una nota conciliadora, en el sentido que se esperaría el resultado de los juicios en Valparaíso y someter el caso a la Corte Suprema de Washington, además de pagar reparaciones pecuniarias a los familiares de los marineros muertos ($75.000 en oro o su equivalente en libras esterlinas). Bastó este gesto para que el gobierno norteamericano calmara sus hostilidades y la situación volviera a su normalidad.
El USS Baltimore regresó a los Estados Unidos al Astillero Naval Mare Island Yard en el puerto de San Francisco el 5 de Enero de 1892 y después de varias comisiones navales ordenadas por su país, fue destinado, en 1918, a colocar minas de profundidad en las costas de Irlanda con el fin de proteger su litoral durante la Gran Guerra del 14. Posteriormente, tuvo algunas participaciones en la Segunda Guerra Mundial y tras su venta en febrero de 1942, fue desguazado.
 
  

LA PARTICIPACIÓN ARGENTINA

Estanislao Zeballos, ministro de relaciones exteriores de Argentina entre octubre de 1891 y octubre de 1892, durante el gobierno de Carlos Pellegrini aprovechó la oportunidad de presentar al gobierno chileno para su discusión, y por vez primera, las diferencias interpretativas del tratado de 1881 que conducirían posteriormente al Protocolo del Tratado de Límites 1983.

Estanislao Zeballos Ministro de RR.EE de Argentina
La intervención argentina a favor de EE.UU. está corroborada en el libro "Historia General de las Relaciones Exteriores de la República Argentina". "De esta manera, al señalar el ministro Zeballos las ventajas de Antofagasta para las operaciones norteamericanas y ofrecer abastecimiento para dicha región desde territorio argentino, además de proporcionar la lista del armamento traído para el depuesto gobierno de Balmaceda, no puede negarse que estaba ofreciendo ayuda material".

A pesar de toda este interés del señor Zeballos por ayudar a Estados Unidos en beneficio de Argentina, según publica la revista Zig Zag en marzo de 1906, visita Chile y es recibido como una gran personalidad.
Desde hace algunos días se encuentra en Santiago, en viaje de visita y estudio a nuestro país el distinguido caballero argentino cuyo nombre encabeza estas líneas y cuyo retrato nos es dado reproducir.
Entre los hombres de estudio de su patria, don Estanislao Zeballos figura en primera linea. Es un hombre de ciencia que, en los trabajos de historia y antropología, se ha dado a conocer brillantemente.
En su vida de escritor y de hombre de ciencia, el señor Zeballos ha cultivado relaciones profesionales, y aun de amistad, con algunos chilenos de distinción como don Benjamín Vicuña Mackenna, don José T. Medina, don Eduardo de la Barra y otros. A ellos les manifestó admiración y cariño, pero no así al país mismo, al cual en política y como Ministro de Relaciones Exteriores en 1890, le ha mostrado cierta severidad.
De ninguna manera  decimos esto como un reproche o como algo que puede serle desagradable. En política internacional hay tantas escuelas y cada hombre es libre de seguirlas. Lejos de guardarle por esto al señor Zeballos la menor distancia, reconocemos en él una de las mas distinguidas mentalidades argentinas; y, al saberlo en Santiago, lo saludamos cordialmente deseándole, tanto a él como a su esposa, una permanencia en Chile larga y agradable...
Diplomacia pura.



ANÁLISIS

Muchos han buscado las razones de la desproporcionada amenaza estadounidense por un asunto de tal nimiedad. Entre las razones que se pueden dar están:

El deseo de los EE.UU de señalar a Europa y a los latinoamericanos que desde ese momento sus deseos sería ley en América.

El deseo de separar económicamente a Chile de Europa. Los EE.UU. veían con preocupación las relaciones económicas entre Gran Bretaña y Chile.

La consecuencia directa de las teorías de Alfred Thayer Mahan y la necesidad de obtener los fondos necesarios para sus proyectos en el congreso estadounidense.

El intento del presidente Harrison de obtener cohesión interna creando una amenaza de guerra.

Este "triunfo" allanó el camino para la guerra por Cuba contra España de 1898.

Para Chile, que había obtenido victoria en la Guerra del Pacífico, fue un amargo despertar. Más aún cuando ocurrió al término de una sangrienta guerra civil. Manuel A. Matta escribió en 1892 poco antes de morir: tales actos solo pueden tener fin cuando... se levante la opinión pública y dé vida a un derecho internacional en el hemisferio que coloque al poderoso y al débil a un mismo nivel. También los ciudadanos de Harrison y Blaine deberán respetar un día el deseo que se levanta en el continente de Colón.





Referencias.

(*) Mahan es conocido por su doctrina marítima de Estados Unidos. Su obra “The Influence of Sea Power upon History” (1890), tuvo mucha influencia, en su época, sobre la importancia y la necesidad, para los Estados Unidos, en cuanto a desarrollar una Armada potente y muy operativa.


Bibliografía y Enlaces.


-          Liga Marítima de Chile

-          Wikipedia: USS Baltimore


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