miércoles, 5 de diciembre de 2018

Llegada de los Submarinos a Chile



Esta publicación de 1917 de la revista argentina “Caras y Caretas” informaba la llegada de la flotilla de submarinos entregada por Inglaterra en un canje con Chile.

Inglaterra ejerciendo un derecho previamente reconocido en el contrato que firmó el gobierno de Chile, para construir el acorazado “Latorre”, requisó dicho buque, ofreciendo en cambio cinco submarinos que tenía casi terminados en los astilleros de Boston. 




Cinco submarinos no constituían una unidad táctica. Hubo necesidad, por lo tanto, de ordenar la construcción de un sexto submarino, a fin de completar la flotilla.

En enero de 1917 salió para los Estados Unidos la comisión encargada de recibir los nuevos sumergibles, la que fue confiada a un distinguido marino, el Contraalmirante don Luis Gómez Carreño.



A todo esto la gran Republica del Norte entraba en guerra contra los imperios centrales, y en el parlamento de Washington se hablo de impedir que los sumergibles cedidos por la Gran Bretaña fuesen traspasados a Chile, pidiendo se incorporasen a la flota de los Estados Unidos, Allí principió para el almirante Gómez Carreño la parte más difícil de su comisión: armonizar los deseos del gobierno inglés y las opiniones de Mr. Woodrow Wilson y los miembros del senado americano, a fin de evitar el fracaso de la misión que le había sido confiada por Chile. 


En este caso el señor Gómez Carreño demostró ser, además de un buen marino un experto diplomático: zanjo todas las dificultades, y en julio del año ultimo tomó posesión de las seis naves, iniciando inmediatamente la instrucción del personal chileno que había ido a los Estados Unidos a recibir los sumergibles.


Las experiencias se iniciaron en Boston, bajo la dirección de expertos americanos, y al poco tiempo los buques, gobernados y tripulados por personal chileno de su propia escuadra, zarparon a New London, donde iban a recibir los torpedos y completar sus instalaciones.


En marzo la división de sumergibles salió de New London hacia el Pacifico; pero con tan mala suerte que a la altura del cabo Hatteras fue sorprendida por un violento ciclón, lo que puso a prueba la bondad del material y la pericia del personal que los gobernaba.


En el viaje a Chile los sumergibles recorrieron cerca de seis mil millas, entrando recientemente en Valparaíso escoltados por el crucero “Chacabuco”, buque donde iza su insignia el almirante Gómez Carreño, y el “Angamos”, buque madre de la flotilla.

En Valparaíso se dispenso una magnifica recepción a la división de sumergibles.
Estos submarinos eran: 
Guacolda H1
Tegualda H2
Rucumilla H3
Quidora H4
Fresia H5
Guale H6.




Revista Caras y Caretas, Argentina

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